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República Dominicana: epicentro de la inversión extranjera en Centroamérica y el Caribe en 2025

El crecimiento de la inversión extranjera en República Dominicana refleja la confianza como un destino estratégico para la inversión extranjera directa (IED), impulsada por sectores clave como el turismo, la energía, la minería y el desarrollo inmobiliario.

En el primer trimestre del 2025 el país ha captado US$2,892.8 millones, aumentando en un 15.3% lo recaudado en el mismo periodo del año anterior. Estas cifras reflejan su solidez para invertir y como, cada vez más, crece la confianza de inversionistas en la nación, posicionando el país por tercer año consecutivo como el principal destino de inversión extranjera de la región.

Ventajas de República Dominica

República Dominicana se ha convertido en un imán para las inversiones gracias a atractivos como su ubicación estratégica, estabilidad macroeconómica, incentivos fiscales, y buen posicionamiento en indicadores de riesgo financiero y crediticio.

Y es que gracias a su privilegiada ubicación el país cuenta con ventajas logísticas como su cercanía a mercados claves siendo un importante punto de enlace comercial con Europa, Estados Unidos, y el resto de Latinoamérica.  Además, ofrece múltiples beneficios para las empresas extranjeras gracias a sus tratados de libre comercio:

Inversión extranjera en República Dominicana

 

  • Acuerdo de Libre Comercio entre República Dominicana, Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA);
  • Acuerdo de Asociación Económica Unión Europea-CARIFORO (EPA);
  • Acuerdo de Libre Comercio República Dominicana y Comunidad del Caribe (CARICOM);
  • Acuerdo de Libre Comercio República Dominicana y Centroamérica;
  • Acuerdo de Alcance Parcial República Dominicana y Panamá

Asimismo, cuenta con un sistema de puertos y aeropuertos modernos y una estratégica red de vial que conecta todos los puntos estratégicos del país.

En cuanto a su estabilidad macroeconómica, la república caribeña ha mantenido un crecimiento robusto y sostenido manteniendo su Producto Interno Bruto (PIB) cerca del 5% anual promedio los últimos 15 años. Este estable panorama, según la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), convierte a la República Dominicana en uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera en América Latina y el Caribe.

También, el país cuenta con atractivos incentivos ficales a través de exenciones impositivas y regímenes especiales para atraer la inversión. Sectores como turismo, zonas francas, energías renovables, o desarrollo inmobiliario gozan de estos beneficios fiscales.

Otro importante factor que se suma a las enlistadas ventajas ante la competencia para la inversión es su buen posicionamiento en indicadores de riesgo financiero y crediticio. En el caso de indicador de riesgo  Emerging Market Bond Index (EMBI) República Dominicana cerró julio de 2025 con un riesgo país de 196 puntos, colocándose entre las economías de menor índice de riesgo en América Latina. En ese mismo marco, la agencia calificadora de riesgo, Moody’s Ratings, elevó la calificación crediticia del país a “Ba2” resaltando la fortaleza macroeconómica del país.

Sectores con mayor inversión

Estos son los sectores que están atrayendo mayor inversión en la República Dominicana, de acuerdo con las cifras ofrecidas por el Banco Central del República Dominicana (BCRD) en su informe sobre el primer semestre del 2025.

Uno de los casos más destacados es el sector energético, que recibió el 25.7 % de la inversión extranjera directa. Según el BCRD, este resultado responde a los incentivos estatales dirigidos al desarrollo de energías renovables, lo que ha convertido al país en un destino atractivo para capitales que buscan proyectos sostenibles y con proyección a largo plazo. Esta tendencia ha sido reconocida en el World Investment Report 2025 de la UNCTAD, que resalta a la República Dominicana como uno de los principales receptores de inversión en energías limpias en América Latina y el Caribe.

El turismo continúa siendo un pilar clave, atrayendo grandes proyectos hoteleros y de infraestructura que fortalecen la oferta del país como destino de clase mundial. En la primera mitad del año, este sector concentró una porción significativa de la IED gracias a la estabilidad del flujo de visitantes —6.1 millones en seis meses— y a la diversificación hacia nichos como turismo de lujo, ecoturismo y turismo de salud.

Por su parte, el sector inmobiliario, que generó un 13.8% de la IED en primer semestre del año, mantiene un dinamismo sólido, vinculado estrechamente al crecimiento del turismo y al aumento de la demanda de proyectos residenciales, comerciales y vacacionales. La recuperación postpandemia y el interés de inversionistas internacionales han impulsado desarrollos de gran escala en zonas turísticas y urbanas estratégicas.

Otros sectores que también captaron montos relevantes fueron las zonas francas, recibiendo un 6.9% de la IED, y logrando exportaciones cerca de los US$4,250 millones; el transporte y la logística, impulsados por la posición geográfica estratégica del país y la modernización de su infraestructura portuaria y aeroportuaria; así como áreas emergentes como tecnología y telecomunicaciones, que comienzan a posicionarse en la agenda de inversión extranjera.

En conjunto, esta diversificación sectorial no solo incrementa la resiliencia de la economía, sino que también amplía el espectro de oportunidades para inversionistas que buscan participar en un mercado en crecimiento y con perspectivas estables a largo plazo.

La República Dominicana no solo ha demostrado capacidad para atraer capital extranjero, sino también para transformarlo en crecimiento sostenible y oportunidades reales. Con una economía diversificada, un entorno de negocios favorable y políticas públicas orientadas a la competitividad, el país se proyecta como un socio estratégico para inversionistas que buscan estabilidad, rendimiento y proyección a largo plazo. En un contexto global marcado por la incertidumbre, la nación caribeña reafirma su papel como epicentro de la inversión extranjera en Centroamérica y el Caribe, respaldada por resultados concretos y una visión clara de desarrollo.