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Las energías renovables en la República Dominicana: una oportunidad para inversionistas

La República Dominicana se encuentra en un momento clave de su transición energética, impulsada por un firme compromiso con el desarrollo sostenible y la descarbonización. En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los acuerdos internacionales como el Acuerdo de París, durante los últimos años, el país ha logrado avances significativos en la promoción de las energías renovables. Estos logros han sido el resultado de una combinación de factores como el compromiso del gobierno, un marco legal favorable, un entorno económico en crecimiento y la colaboración con organismos internacionales. 

Estos esfuerzos han generado un ecosistema propicio para el desarrollo de proyectos estratégicos de energía limpia, atracción de inversiones extranjeras, creación de empleos y fortalecimiento de la posición del país como líder regional en sostenibilidad energética.

Marco Regulatorio: evolución y claves del crecimiento de energias renovables

El marco normativo ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de las energías renovables en la República Dominicana. La Ley Núm. 57-07, promulgada en 2007, ha sido un pilar esencial al ofrecer incentivos fiscales y mecanismos regulatorios que han impulsado la integración de fuentes renovables en el sistema eléctrico, fortaleciendo la competitividad del país en la región. 

Conforme el entorno energético ha evolucionado, el marco regulatorio también ha sido actualizado para adaptarse a nuevas exigencias. En 2021, el Poder Ejecutivo promulgó el Decreto Núm. 608-21, el cual modificó parcialmente el Reglamento de Aplicación de la Ley 57-07. Este decreto dispuso que las distribuidoras deben priorizar la adquisición de energía generada por fuentes renovables, reforzando la demanda de energía limpia. Igualmente, implementó un esquema de retribución en el que los precios de referencia son revisados anualmente por la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Superintendencia de Electricidad (SIE), sirviendo estos como tope máximo para las distribuidoras. 

En 2023, se promulgó el Decreto Núm. 65-23, que derogó y sustituyó el reglamento anterior, implementando un sistema de licitaciones competitivas para la contratación de nuevos proyectos. Esta medida busca reforzar la confianza de los inversionistas y optimizar los precios en el mercado eléctrico. 

Como complemento a estos cambios, la CNE ha emitido varias resoluciones orientadas a la mejora tecnológica y operativa del sistema eléctrico. La Resolución CNE-AD-0003-2023 establece la obligatoriedad de integrar sistemas de almacenamiento en baterías para proyectos que utilicen fuentes renovables variables, como la energía solar y eólica, con el objetivo de equilibrar el suministro eléctrico en función de la demanda. La Resolución CNE-AD-0004-2023 detalla los requisitos técnicos y administrativos para la correcta implementación de estos sistemas, asegurando mayor eficiencia y confiabilidad en la red. 

Finalmente, la Resolución CNE-AD-0005-2024 establece que los proyectos de gran capacidad (20 MW o más) deben incorporar baterías con al menos el 50% de capacidad instalada y una duración mínima de cuatro horas, medida crucial para gestionar la intermitencia de fuentes como la solar.

Incentivos de las energias renovables en República Dominicana

El crecimiento de las energías renovables también ha sido impulsado por un atractivo sistema de incentivos fiscales. La Ley 57-07 prevé varias medidas que reducen los costos iniciales de los proyectos, posicionando al país como un destino competitivo en la región. Entre estos incentivos se destacan: 

  1. Exoneración de impuestos de importación e ITBIS: Los equipos y maquinarias necesarios para la producción de energías limpias están exentos del 100% de los aranceles y otros impuestos. Igualmente, quedan exentos del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) y de todos los impuestos de la venta final.  
  1. Reducción del impuesto sobre intereses externos: La tasa de retención aplicable a los financiamientos extranjeros se ha reducido al 5%. 
  1. Crédito fiscal para autoproductores: Los usuarios que implementen sistemas de energía renovable para autoconsumo pueden beneficiarse de un crédito único del 40% sobre el costo de inversión en equipos, aplicable en un período de tres años. 
  1. Certificados de reducción de emisiones: Los proyectos también pueden generar bonos o certificados canjeables en el mercado internacional, ofreciendo beneficios económicos adicionales. 

Aunque algunos de los incentivos originalmente establecidos en la Ley 57-07 han sido modificados a lo largo de los años, el marco regulatorio sigue siendo uno de los más favorables en la región, lo que ha permitido mantener el dinamismo del sector energético.

Avances y estrategias en la transición energética

El Gobierno dominicano ha establecido metas ambiciosas para acelerar la transición hacia las energías renovables, con el objetivo de que estas representen el 25% de la generación eléctrica para 2025 y el 30% para 2030. Este compromiso es resultado de una colaboración efectiva entre el sector público y privado, que ha permitido impulsar iniciativas sostenibles y atraer una creciente inversión extranjera. 

Estos esfuerzos han dado lugar a importantes avances. En 2023, el país logró captar más de 1,070 millones de dólares en inversión extranjera directa, consolidando el desarrollo de proyectos estratégicos. Un ejemplo destacado es el Parque Solar Monte Plata, que genera más de 60 MW, seguido del Parque Eólico Los Guzmancitos, con una capacidad de 48 MW. La estabilidad regulatoria y las oportunidades del mercado han posicionado a la República Dominicana como un destino atractivo para los inversionistas en energías limpias. 

Este progreso ha sido reconocido internacionalmente. En noviembre de 2022, el boletín Climatescope de la revista norteamericana Bloomberg clasificó al país como el quinto destino más atractivo para la inversión en energías renovables en América Latina. Este reconocimiento se debe, en adición a los factores antemencionados, a la implementación de estrategias económicas innovadoras. Entre ellas, el país ha desarrollado un régimen de precios de referencia que permite a ciertos proyectos vender energía en el mercado spot, sin necesidad de contratos previos. 

Además, se han establecido contratos de corto, mediano y largo plazo con usuarios no regulados del sector privado, así como acuerdos con empresas distribuidoras de electricidad. En 2023, el Estado dominicano firmó 38 contratos directos con desarrolladores de energía renovable, un paso estratégico que sigue reforzando la confianza de los inversionistas. Paralelamente, se explora el uso de certificados de bonos verdes para financiar proyectos sostenibles, impulsando así el desarrollo económico del sector. 

En este contexto de avance sostenido, el Gobierno ha diseñado una hoja de ruta a largo plazo con el Plan Energético Nacional (PEN) 2025-2038, actualmente en consulta pública. Este plan tiene como propósito garantizar que los objetivos de sostenibilidad, competitividad y resiliencia energética se ajusten a las necesidades nacionales. Sus prioridades incluyen la diversificación de la matriz energética con fuentes limpias, la integración de sistemas de almacenamiento y una planificación estratégica del uso del suelo. Esta planificación se alinea con los compromisos del país en materia climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Gracias a estas estrategias, las energías renovables representaron, al cierre de 2024, aproximadamente el 23.32% de la capacidad instalada total del país. Esto supone un incremento superior al 137% en comparación con 2020, consolidando el liderazgo de la República Dominicana en sostenibilidad energética en la región del Caribe.

 

Condiciones y oportunidades de inversión en energias renovables

La República Dominicana cuenta con condiciones naturales excepcionales para el desarrollo de proyectos renovables: 

  • Radiación solar: La radiación solar promedio supera los 5 kWh/m² al día, colocándola entre las mejores regiones del Caribe para la energía fotovoltaica. 
  • Vientos constantes: En zonas del sur del país, como Enriquillo y Baní, las velocidades del viento son ideales para proyectos eólicos de gran escala. 
  • Recursos hídricos: La topografía y los recursos hídricos del país también ofrecen oportunidades para la pequeña hidroenergía. 

En el ámbito financiero, la colaboración con organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial ha facilitado el acceso a fondos verdes. Además, el Gobierno promueve alianzas público-privadas (APP) para fomentar la participación del sector privado.

Retos y perspectivas

Aunque el sector de energías renovables en la República Dominicana ha avanzado, aún enfrenta importantes desafíos legales, estructurales y financieros que requieren atención para mejorar su desarrollo. Es necesario actualizar la Ley 57-07 para reflejar los avances tecnológicos, como los sistemas de almacenamiento de energía, además de simplificar los complejos procesos de concesión y permisos, los cuales involucran a múltiples organismos gubernamentales. También es fundamental la actualización periódica del Plan Energético Nacional, que permita coordinar inversiones y adaptar la capacidad de generación a la demanda creciente. 

En cuanto a la infraestructura, es urgente ampliar la capacidad de transmisión eléctrica para integrar nuevas fuentes de energía limpia, así como mejorar la infraestructura de distribución, que actualmente presenta carencias en equipos esenciales. Asimismo, el acceso al financiamiento, especialmente para empresas públicas, y la organización de licitaciones y contratos de largo plazo necesitan fortalecerse para atraer inversión sostenible. Pese a estos retos, el compromiso de los actores del sector sigue firme, con una visión de consolidar el liderazgo del país en sostenibilidad energética en la región del Caribe.

 

Conclusión

Las energías renovables en la República Dominicana representan una oportunidad única para los inversionistas interesados en proyectos sostenibles y altamente rentables. Con un marco legal atractivo, recursos naturales abundantes y una economía en crecimiento, el país está posicionado como un líder regional en energía limpia. La combinación de incentivos fiscales, apoyo gubernamental y financiamiento innovador asegura un entorno propicio para el éxito de proyectos renovables en el futuro cercano. Con estas condiciones, la República Dominicana se presenta como un socio estratégico para quienes buscan invertir en un futuro energético sostenible.