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Residencia fiscal en República Dominicana: beneficios del Convenio de Doble Imposición con España

La República Dominicana ha ganado terreno como un país atractivo para establecer residencia fiscal, especialmente para quienes buscan estabilidad, seguridad jurídica, oportunidades de inversión y una carga tributaria equilibrada.

Uno de los pilares que sustenta esa posición es el Convenio para Evitar la Doble Imposición y Prevenir la Evasión Fiscal (en lo adelante “CDI”) suscrito entre la República Dominicana y el Reino de España, el cual está vigente desde el año 2014, y es aplicable a residentes de ambos Estados.

Más que un documento técnico, este acuerdo representa una red de protección y de previsibilidad para quienes desean vivir, invertir o reestructurar su patrimonio y operaciones económicas desde el país.

Un marco que ofrece certeza y equilibrio

La doble imposición ocurre cuando una misma renta es gravada tanto en el país donde se genera como en el de residencia del contribuyente. El CDI resuelve este conflicto a través de mecanismos de exención o de crédito fiscal, evitando así que un contribuyente pague dos veces por una misma renta.

En términos prácticos, si un residente fiscal dominicano percibe ingresos provenientes de España (i.e., dividendos), éste podrá acreditar el impuesto pagado en España contra el que pudiera corresponder en la República Dominicana. Es decir, no pagará impuestos dos veces por lo mismo. Y si lo hace, podrá deducir o acreditar el monto ya pagado en el país de origen.

Esto es, en esencia, seguridad jurídica aplicada a la vida real: reglas claras, procesos definidos y protección frente a interpretaciones duplicadas. Un punto que los inversionistas valoran tanto como los incentivos fiscales mismos.

Ámbito de aplicación del CDI

El CDI se aplica a todos los impuestos sobre la renta sin importar la forma en que esos impuestos se recauden ni la autoridad competente.

En España, aplica a:

  • Impuesto sobre la Renta para Personas físicas
  • Impuesto sobre Sociedades
  • Impuesto sobre la Renta para No Residentes
  • Impuestos locales sobre la Renta

En República Dominicana:

  • Impuesto sobre la Renta para persona físicas o jurídicas.

El Convenio también será aplicable a nuevos impuestos que sean parecidos o cumplan la misma función que los impuestos sobre la renta mencionados.

 

Menos impuestos, más previsibilidad

El tratado establece tasas máximas de retención en la fuente, las cuales reducen significativamente la carga tributaria en operaciones entre ambos países:

  • 10 % para dividendos
  • 10 % para intereses
  • 10 % para regalías o cánones
  • 10 % para servicios profesionales o técnicos.

En la práctica, el convenio traduce la cooperación internacional en rentabilidad y eficiencia fiscal.

 

Un incentivo real para residir en República Dominicana

Establecer la residencia fiscal en República Dominicana conlleva beneficios adicionales más allá del convenio.

Por ejemplo, el país no grava la renta por ingresos de fuentes extranjeras de nuevos residentes fiscales durante los primeros tres años, lo que crea un espacio fiscal favorable para quienes comienzan a operar desde aquí. Esto es un incentivo adicional.

Si a esto se suman los acuerdos de doble imposición, el resultado es un entorno competitivo y transparente, especialmente atractivo para:

  • Profesionales y empresarios españoles que diversifican sus inversiones.
  • Jubilados que desean disfrutar de su retiro con eficiencia fiscal.
  • Nómadas digitales o emprendedores globales que necesitan un país estable, con buena conectividad y reglas claras.

En palabras simples: vivir en República Dominicana puede ser una decisión que conlleve una estrategia fiscal importante.

 

Cooperación y transparencia internacional

El convenio también incluye disposiciones modernas de intercambio de información entre las autoridades fiscales (artículo 25), alineadas con los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Esto refuerza la confianza entre los dos sistemas tributarios y evita que la planificación fiscal se confunda con evasión. En consecuencia, el país se posiciona como una jurisdicción confiable, no como un refugio opaco.

Esta transparencia es precisamente lo que distingue a la República Dominicana frente a otros destinos del Caribe.

 

Protección ante la doble residencia y la discriminación

El tratado también define con claridad qué ocurre si una persona cumple criterios de residencia en ambos países. A través de parámetros como la vivienda permanente, el centro de intereses vitales o la nacionalidad, se determina un solo país de residencia fiscal, evitando conflictos o sanciones cruzadas.

 

Más allá del papel: un puente entre dos economías

La relación económica entre España y República Dominicana es histórica, pero este convenio la redefine. Desde su entrada en vigor, ha incentivado la inversión en sectores como energía, turismo, bienes raíces y finanzas.

Las empresas encuentran un entorno más estable para operar; los profesionales, un espacio propicio para ofrecer servicios internacionales; y los nuevos residentes, un sistema que reconoce y respeta su estatus global.

Todo esto convierte al país en un hub regional de negocios y de inversión, con acceso privilegiado tanto al mercado latinoamericano como a Europa.

 

Un cierre con visión

El CDI no es solo un instrumento legal, sino que es señal de apertura internacional, y que Demuestra que República Dominicana entiende la importancia de integrarse a la economía global bajo reglas claras, transparentes y competitivas.

Para quienes se encuentran evaluando establecer su residencia fiscal en el país, este acuerdo pudiera ofrecer un balance entre eficiencia tributaria, calidad de vida y estabilidad jurídica.
Y en tiempos donde la movilidad internacional crece, esa combinación es oro puro.

Establecer residencia o invertir en República Dominicana bajo el CDI con España no es solo una decisión fiscal inteligente, sino una estrategia de crecimiento con alcance global.Un país caribeño, sí, pero con visión global. Para quienes piensan más allá de la rentabilidad inmediata, la República Dominicana pudiera representar algo mayor que un beneficio fiscal, sino una plataforma estratégica para invertir, vivir, y posicionarse para el futuro.